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carta a Málaga José García Ruiz

Carta a Málaga

carta a Málaga José García Ruiz
Llevo tiempo pensando en escribirte esta carta. Como un adolescente secretamente enamorado, inseguro y dudando si dar el primer paso, te he estado observando durante años antes de decidirme, con el riesgo de hacerlo demasiado tarde. Es cierto que nos conocimos hace mucho tiempo durante mis numerosos veranos españoles junto a mis padres, pero fue a partir del 97, y mi decisión de acercarme a ti, que nuestra relación se intensificó. Casualmente cumplo años en unos días, alcanzando una edad que me lleva inconscientemente a mirar de vez en cuando hacia atrás, y me he sorprendido al darme cuenta de que ya eres, desde hace poco, la ciudad con la que más tiempo llevo conviviendo. Aquello fue una mudanza de juventud, sin planificación a medio plazo, pero con muchas ilusiones en la mochila. Lo recuerdo cómo si fuera ayer. Los años son un valioso líquido que cuando uno es joven, y le quedan muchos por vivir, no se da cuenta de la cantidad que ya se le han colado entre los dedos, pero afortunadamente voy comprobando que los más importantes se quedan siempre grabados. carta a Málaga José García Ruiz Me acogiste con los brazos abiertos, ofreciéndome todo lo que tenías desde el primer día, pero no te voy a engañar: reconozco que nunca he dejado de echar de menos mi ciudad natal. Desde los edificios donde hice primaria, secundaria y la Maturité hasta llegar a la Universidad. Paisajes urbanos, calles, lugares que conformaron el escenario de mi juventud. Los tengo todos guardados en mi memoria y sigo disfrutando de ellos en cada reencuentro. El paseo del Quai du Mont-Blanc, la plaza du Bourg-de-Four, la calle de L’Hôtel-de-Ville, la Rampa de la Treille, los parques des Bastions y des Eaux-Vives, la Catedral de Saint-Pierre, los puentes des Bergues y de la Machine, el Palacio de las Naciones…sin olvidar aquella postal que ofrece la entrada por la Avenida de Francia: de pronto se descubre el Lago Léman con su Jet d’eau tocando el cielo, la ciudad dominada por su casco histórico y la aguja de la Catedral, mientras que en el horizonte asoman los Alpes con las cimas nevadas del Mont-Blanc, sin duda el perfil más bonito de Ginebra. carta a Málaga José García Ruiz No lo tenías fácil. Es cierto que no posees su proyección internacional ni su sobriedad urbana calvinista. Partías con una aparente desventaja ¿Cómo podrías seducir a aquel chico que sólo veías algunos veranos? Pero eres andaluza y nunca cejaste en tu empeño para hacerme sentir como en casa. Lo lograste. Conseguiste que una persona que no nació en el mediterráneo te hiciese suya. Qué le vamos a hacer, muy a mi pesar, nunca podré identificarme con el estribillo de aquella canción de Serrat pero sí con algunos de sus versos. Después de 27 años conviviendo diariamente contigo me siento cómo uno más. El camino no ha sido fácil, hemos compartido de todo, alegrías y momentos difíciles. Acertamos en muchas decisiones y la liamos en otras. Desde el primer día me ofreciste la oportunidad de trabajar en uno de los estudios de arquitectura referente de la provincia, a pesar de mis nulos conocimientos locales del sector y sus normativas. Transcurrido el tiempo, aquí sigo aprendiendo, con más experiencia, un español notablemente mejorado y unas cuantas arrugas nuevas. A los pocos años me facilitaste las condiciones necesarias para que pudiese acceder a una vivienda en tu entorno urbano. Aquello fue un paso importante para poder seguir a tu lado, algo que difícilmente podría repetir hoy en día. carta a Málaga José García Ruiz He tenido la suerte de participar en proyectos que te han hecho crecer, o por lo menos así lo creo: las urbanizaciones de Torre Atalaya, Teatinos, la ampliación de tu Universidad, el paseo marítimo de poniente, numerosos residenciales y sin olvidar el Palacio de Ferias que dio un giro a tu vida. He recorrido tus calles y edificios tratando de entenderte mejor. La Avenida de Andalucía, la Alameda Principal con Stella Maris en primera fila, la Catedral oculta detrás del Málaga Palacio, la plaza del Obispo, la plaza del Carbón, calle Granada y la Merced. Seguí conociéndote más íntimamente andando por el entorno de calle Mármoles, Carretería, la Victoria con su Santuario, pasando por el Perchel, calle Ancha y hasta perderme por la densificada carretera de Cádiz. carta a Málaga José García Ruiz He vivido varias de tus transformaciones y el renacer de algunos edificios, la mayoría acertados: la terminal T3 del aeropuerto, la llegada del Metro, el Muelle Uno, el Palmeral de las Sorpresas, calle Larios, calle Alcazabilla, el Parque, La Equitativa, la Aduana y el Miramar. He presenciado tu emoción por la anhelada vuelta a casa de tu hijo preferido con la inauguración del Museo Picasso. He compartido tu frustración con el desilusionante desenlace de la Expo 27. He descubierto de tu mano a otro de tus hijos que desconocía: Fernando Guerrero Strachan, arquitecto talentoso y alcalde, otro gran enamorado de su ciudad. He cruzado a tu lado la intensa e interminable tempestad de la crisis que explotó en 2008. Muchos años pasados juntos, en los que también hemos llegado a discutir numerosas veces. Ya sabes mi opinión acerca de tu operación de la Torre del Puerto. Desgraciadamente veo que sigues empeñada en ello y me temo que la decisión ya está tomada, allá tú, pero los rasgos malagueños de tu bahía definen tu personalidad, no la toques por favor. En cuanto a la necesaria reforma del antiguo edificio de correos no entiendo que te conformes nuevamente con un hotel, necesitas más diversificación…te lo dice un amigo que te quiere. carta a Málaga José García Ruiz Te confieso que a veces no te reconozco. Es cierto que con los años todos cambiamos, pero me cuesta ver en ti la misma ciudad que me acogió en aquel entonces. No quiero herirte, pero la que yo conocí no trataba a los suyos cómo tú lo estás haciendo. Recapacita, nunca es tarde. Para poder acceder a una vivienda los malagueños lo tienen cada vez más difícil, viéndose obligados a alejarse de ti. Entiendo que no es lo que quieres. Sé que toda la culpa no es tuya, aunque algo deberías hacer. Tienes una agenda muy ocupada pero no te olvides de ellos y de todas aquellas barriadas que necesitan alguna regeneración urbanística contundente, también son parte de ti. A la vez que escribo me estoy dando cuenta de la dificultad de la tarea que me he impuesto. Es imposible expresar en tan pocas palabras mi agradecimiento por todo lo que me has dado. Lo que te quiero decir es sencillamente que espero que me queden otros tantos años a tu lado. Acabo esta carta a Málaga con lo que te susurro cada vez que observo tu silueta desde Gibralfaro: no pierdas el tiempo en intentar parecerte a otras, encuentra tu propio camino. Un fuerte abrazo, José

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José García Ruiz - obranuevaenmalagaAutor: José García Ruiz Arquitecto coordinador de ejecución en el Estudio Ángel Asenjo y Asociados de Málaga Esperamos que os haya sido útil el artículo «Carta a Málaga». Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Málaga y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora Igualmente síguenos en Facebook e Instagram para tener información diaria sobre las Promociones en comercialización y noticias de interés.

1 Comentario

  1. Sin duda, esta Carta a Málaga del arquitecto José García Ruiz incide en una cuestión fundamental para una ciudad. La ciudad como lugar.
    La Carta suscita la reflexión en el lector malagueño, también en el especialista; e incluso, en los que tienen expectativas sobre Málaga para su futura residencia. Concreta momentos y espacios de crecimiento de la ciudad que ayudan para tener criterio a la hora de hablar de Málaga como lugar o «no-lugar’. Siempre en ciudades que saben encontrar sus propios recursos acechan los ‘no lugares’ de Marc Augé.
    Quiero agradecer al emisor de la carta, la economía de palabras, sin que ello suponga un lenguaje frio y desprovisto de metáforas. Nada de eso, está carta hace sentir,especialmente a buena parte de la ciudadanía malagueña: gallegos, asturianos, ingleses y hasta portugueses que llegaron para trabajar en gran medida del Turismo y se enraizaron hasta llegar a descubrir su ciudad a oriundos, visitantes y residentes.
    Gracias.

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