Últimamente que pasamos más tiempo en casa debido a la pandemia del COVID-19, te invitamos a que mires a tu alrededor y nos permitas hacerte algunas preguntas. ¿Por qué tienes armario en la habitación? ¿Baldosas y azulejos en el baño? y ¿Agua corriente en la cocina y baño?
Pues eso fue debido a otras grandes pandemias, por ejemplo los armarios comenzaron a ser norma principal a principios del siglo XX, cuando los armarios tradicionales empezaron a considerarse poco higiénicos.
En ellos se acumulaba en lugares inaccesibles lo que a mediados del siglo pasado comenzó a ser molesto y que en ocasiones pone en riesgo nuestra salud, el polvo.
De esta manera los armarios empotrados pasaron a formar parte integral del diseño arquitectónico de viviendas hasta el punto de que ya no concebimos habitaciones y cocinas sin ellos.
Mientras ese rechazo al polvo tardó décadas en producir cambios en nuestra vida cotidiana, otras amenazas no dieron tanta tregua.
Durante el siglo XIX numerosas pandemias con alto grado de mortalidad fueron haciendo un mapa de nuestros, edificios, casas, calles y ciudades, hasta hacerlos como hoy los conocemos.
Y es que el gran adelanto en los últimos siglos contra cualquier pandemia fue cuando conseguimos tener agua limpia y saber manejar las aguas sucias. Así en los últimos 150 años hemos pasado de una esperanza de vida de 45 a 85 años.
Estas medidas de higiene que hoy son tan comunes, han hecho que brotes de cólera y otras enfermedades que provenían de aguas estancadas y sucias, afectaran solo a una pequeña parte de grandes urbes europeas. De no haber sido así, sin duda alguna la población mundial se hubiera visto mermada.
Otras enfermedades como las miasmáticas, consiguieron reducirse en gran parte a la utilización en el bronce en tuberías y alcantarillado de las ciudades. El trazado de las calles más rectilíneas, con cruces en ángulo recto, en las que el agua no encuentra recoveco para estancarse y el adoquinado general de éstas ayudaron a crear esa piel protectora a la ciudad contra enfermedades bacteriológicas.
Pero no solo las calles causaban preocupación, también las casas y los edificios fueron revestidos y pintadas para que así estuvieran en mayor medida protegidas frente a las bacterias.
Los cementerios fueron poco a poco trasladándose a las afueras de las ciudades, si bien muchos de ellos se conservan dentro de la ciudad, la tendencia es llevarlos a zonas menos cercanas a la concentración de habitantes.
Otra de las medidas que en muchas ciudades se llevó a cabo fue el derribo de las murallas, algunas con siglos de antigüedad, para de esta manera obtener los famosos ensanches en las grandes ciudades. Un ejemplo de esto fue la ciudad de Barcelona.
Cuando se descubrió el vínculo de los temidos roedores con la peste bubónica, se desataría una guerra que llega hasta nuestros días contra ellos.
Las medidas que se tomaron pasaban por incentivar a los que construían sus casas según las normas para impedir que las ratas entraran y anidaran en el interior de las viviendas, pese al alto coste económico que suponía.
Que va a cambiar con el COVID-19
Seguramente, pandemias como las que estamos sufriendo están haciendo y harán en el tiempo que cambien muchos de los hábitos actuales y el diseño de las ciudades. De manera que los habitantes puedan moverse en bici y a pie mucho más de lo que lo hacemos ahora, sin tener que coger el coche tan a menudo y los medios de transporte.
Ciudades más sostenibles donde en cada barrio haya de todo lo que necesitamos en nuestro día a día, dotándolo de escuelas, institutos, centros de salud, tiendas de todo tipo….que minimicen el traslado a grandes áreas comerciales, donde reinan las aglomeraciones y donde desgraciadamente son el perfecto caldo de cultivo para el contagio de los temidos virus.
De esta manera la cercanía para comprar o desarrollar cualquier actividad que necesites, ayudará también al comercio local, al comercio sostenible y a la economía de nuestros propios vecinos.
La civilización humana estamos siempre construyendo y hacerlo en beneficio para todos, además de un poco mejor, puede suponer a medio y largo plazo una diferencia importante. Tomando conciencia de que la distancia mínima por persona en las oficinas o los ascensores ha de ir creciendo, así como las construcciones de ocio en lugares más abiertas y lo más importante, hogares más habitables, sostenibles y con más opciones de ocio sin salir de él.
Con la pandemia del COVID-19, nuestro hogar ha tenido que absorber el espacio de trabajo, de ocio y el doméstico, algo que muchos de ellos carecen.
Nos hemos dado cuenta de la deficiencia de nuestro hogares y que la nueva era post COVID-19 debe contemplar viviendas que sean flexibles, de manera que puedan ir adaptándose al día a día.
Para eso es muy importante la distribución y decoración de los diferentes espacios. Crear en las viviendas espacios amplios, no llenarlos de grandes muebles voluminosos y con recovecos que nos impide su limpieza. Muebles que sean de fácil manejo, modulares y versátiles. Piezas que se puedan mover y redistribuir en la zona.
Espacios en los que podamos realizar diferente actividades es algo muy importante que hemos podido comprobar estos meses, ya que nuestro hogar se ha convertido en oficina, gimnasio, escuela….
Crearte un espacio para el teletrabajo, ya que son muchas las empresas que han tomado ese camino para que sus trabajadores desarrollen su actividad, resulta vital hoy día.
Adecúalo para que sea cómodo, fresco, dinámico pero a la vez relajante. Consigue la silla más cómoda y el escritorio más versátil que encuentres en el mercado y haz de este espacio tu oficina perfecta.
Se potenciará al máximo la entrada de luz natural. Y es que ambientes luminosos nos ayudan a regular nuestro organismo. No utilices cortinas que quiten esa luz, busca visillos que hagan penetrar esa vitamina D. Igual de importante es jugar con la luz artificial para recrear esos espacios diferentes en nuestra casa.
El balcón y la terraza han adquirido en protagonismo estelar durante el COVID-19. Será la conexión entre el exterior y el interior. La tendencia ya es dotar de más m², así que decóralos bien, con plantas y muebles cómodos. Cumplirá su función a la perfección.
Como siempre el interiorismo y la arquitectura serán los grandes aliados para la nueva vida que hemos comenzado a vivir.
Esperamos que os haya sido útil el artículo «Cómo nos han cambiado las pandemias y cómo será nuestro hogar post COVID-19«. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Málaga y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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