Un apartamento vacacional se ha convertido en una opción de alojamiento adicional cuando vamos a otros lugares a hacer turismo. Buscar un apartamento completo o una habitación dentro de una vivienda en la que poder alojarnos mientras disfrutamos nuestras vacaciones es ya habitual. Si bien es cierto que en un hotel se disfruta de muchas comodidades, este tipo de alojamiento tiene otras ventajas: en ocasiones puede ser la ubicación, en otras el precio o los servicios adicionales.
Si te colocas en el otro lado de la ecuación y te decides por alquilar una vivienda de tu propiedad para este fin, no basta con publicitarlo y comenzar a funcionar. Debes tener en cuenta muchos factores, algunos obvios y otros, no tanto. Para que no cometas ningún error, te dejamos una lista de mínimos que debe cumplir este espacio.
- Cuando alguien alquila un apartamento vacacional, no solo busca precio o ubicación. En muchísimas ocasiones lo hace porque se quiere sentir como en su propia casa en un lugar que le es ajeno. Ciertamente es imposible hacer que cada cual que visita nuestra vivienda se sienta como en su propia casa, pero sí que se puede conseguir que tengan una sensación similar. La clave aquí está en crear espacios neutros, sin excesos en decoración o mobiliario, con detalles y siempre poniéndonos en el lugar de quien va a pernoctar en la vivienda. Apuesta por lo sencillo, sin excentricidades y siempre con un toque de sofisticación.
- Cuando comiences a diseñar el espacio, debes pensar bien su distribución. Olvídate de muebles voluminosos o de llenar el espacio de muebles o elementos. Piensa que la persona que va a llegar a la vivienda, vendrá cargada con maletas y necesita espacio para maniobrar con ellas y poder abrirlas sin demasiados obstáculos. Aquí será más útil tener un armario abierto complementado con baldas, que un armario propiamente.
- Si te es posible, ofrece espacios abiertos, con cocina integrada en salón. Piensa que la cocina se utilizará mínimamente, por lo que no necesitas equiparla con todos los electrodomésticos que tendrías en tu propia casa. El espacio resultará más amplio y luminoso, lo que siempre es un plus. También será más práctico e irá en consonancia con lo que mencionábamos en el apartado anterior.
- Por las dinámicas laborales actuales, es muy probable que quien se aloje en tu vivienda, tenga que dedicar un tiempo al trabajo. Es obligatorio contar con conexión wi-fi, pero es muy aconsejable crear un pequeño espacio para que se pueda trabajar sobre un portátil.
- No llenes con decoración superflua los pocos elementos que debes tener. Todo esto añadirá trabajo de mantenimiento o roturas y percances innecesarios. Piensa bien qué quieres colocar y procura que tenga un propósito. Aquí sí tiene sentido colocar algunas flores o plantas artificiales para aportar algo de verde a las estancias y complementar los espacios
- El desgaste que va a sufrir este espacio es muy superior al de un alquiler de larga estancia. Va a cambiar de huéspedes constantemente y, en ocasiones, no recibe el trato cuidadoso que nos gustaría. Por esto es importante que te mentalices de que tendrás que reponer algunos elementos con cierta frecuencia. En lo que respecta a la parte decorativa, te puede dar la oportunidad de hacer actualizaciones de tapizados, cortinas o cojines, por poner un ejemplo.
- Piensa que quien llega a tu ciudad, probablemente encuentre que el arte propio, por serle ajeno, le resulta exótico. No está de más incluir algún elemento de arte local para destacar o diferenciar tu vivienda a la hora de publicitarla. Y aquí entra otra cuestión importantísima y es la imagen que quieres proyectar y la calidad de la fotografía con la que vas a dar a conocer tu vivienda.
- Por último, es importantísima la opinión que van a tener los viajeros de tu vivienda, por lo que es fundamental que cuides los detalles para que no les falte de nada e, incluso, se sientan muy atendidos. Esto se consigue, por un lado, ofreciendo información turística local completa para que les sea fácil ubicarse y comenzar a visitar la ciudad. Y, por otro, dejando en la vivienda algunos elementos básicos (cafés, tés, etc.) para que no se tengan que preocupar por comprarlo. Si quieres ir un paso más allá, ofrece algunos detalles de bienvenida. Que tus huéspedes se encuentren una cesta con frutas, snacks y bebidas, seguro que marcará la diferencia.
Muchos de los elementos de la lista son más apropiados para una vivienda completa, pero si alquilas solamente una habitación de tu propia casa, también puedes adaptarlos y aplicarlos. A fin de cuentas, se trata de empatizar con la persona que está viajando y con las necesidades que pueda tener o se le puedan presentar. Crea un espacio sencillo, pero acogedor y apetecible, útil y práctico, mima los detalles y haz buenas fotos para publicarlo. Así, el éxito está garantizado.
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Autor:
Gema Armenta
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