El Mercado Central de Atarazanas es un mercado municipal de Málaga. Aunque se encuentre en pleno corazón de la ciudad, la gente suele pasarlo por alto, por lo que muchas veces pasa desapercibido. Pero, si estás buscando productos frescos y locales a precios fantásticos, no puedes perdértelo.
El edificio actual, obra del arquitecto Joaquín de Rucoba, se construyó entre 1876 y 1879 en el solar donde estuvo un taller naval de origen nazarí, del que sólo se conserva una puerta de mármol y de donde proviene su nombre, atarazana.
En cada una de sus calles se concentran más de 250 puestos. Fruterías, pescaderías, congelados, comestibles, carnicerías, panaderías e incluso bares.
El Mercado Central de Atarazanas fue declarado Bien de Interés Cultural, convirtiéndose así en Patrimonio Histórico de España.
Historia del Mercado de Atarazanas
El nombre “Atarazanas” proviene de la época morisca y, si lo traducimos literalmente del árabe, significa “lugar donde se reparan barcos”.
Aunque resulte difícil de imaginar en la actualidad, la mayor parte de la ciudad de la actual Málaga se encontraba bajo el mar durante el dominio morisco, por lo que las Atarazanas se situaban justo al borde del mar. Además, existen registros de personas que todavía en el siglo XVIII seguían pescando desde las murallas de los mercados.
Las Atarazanas fueron construidas durante el reinado de Mohammed V (1354-1391). El astillero del siglo XIV fue uno de los edificios más grandes e impresionantes de su época y las Atarazanas se caracterizaban por los siete arcos de herradura que formaban su fachada.
Hoy en día, sólo queda uno, que fue declarado monumento de influencia histórico-artística en 1978, aunque no cuenta con ninguna señal que indique la importancia histórica del arco.
Con todo, los más curiosos podrán observar dos pequeños escudos inscritos en árabe, cerca de la parte superior del arco, en los que se puede leer “Sólo Dios es el vencedor, gloria para él”.
El viejo edificio histórico se deterioró rápidamente. Tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos en 1487, las Atarazanas se convirtieron en un convento. Posteriormente, pasaron a ser un cuartel militar, un hospital y, finalmente, una escuela.
Hacia el siglo XIX, la estructura original se había derrumbado. Gracias al esfuerzo del arquitecto Joaquín Rucoba, se salvó el arco original y se reconstruyó completamente el mercado entre 1876 y 1879, utilizando una gran cantidad de hierro.
Rehabilitación actual
Tras la gran reforma llevada a cabo entre los años 2008 y 2010, el Mercado Central de Atarazanas presenta una planta estructurada en tres naves, separadas por un esqueleto metálico.
Se trata de un edificio singular, en estructura de hierro, de finales del siglo XIX, con el espacio comercial situado en planta baja, a nivel de calle, estructurado en tres áreas específicas para la comercialización, de productos hortofrutícolas, pescados y carnes.
El proyecto se marca como objetivo recuperar el diseño original del antiguo Mercado de Atarazanas bajo el trazado del arquitecto Rucoba, realzando su carácter y monumentalidad arquitectónica.
Se han construido con estructura metálica paneleada en su interior con chapa ondulada y en su exterior con series de cajas de colores básicos.
En el diseño se pretende crear una estructura de puestos que desarrolla una secuencia de prismas cromáticos que establezcan un plano horizontal de nueva construcción, con la estructura histórica del Mercado.
Con el fin de unificar el espacio y hacerlo accesible al usuario, se ha ejecutado una solera en toda la superficie del Mercado de hormigón, que permite a la vez hacer las veces de losa de cimentación de los nuevos puestos de venta proyectados.
Las cubiertas del Mercado, salvo en la nave central se han realizado mediante cubrición de teja cerámica plana, vitrificada, con distribución de color imitando a la existente original. La nave central se cubrirá con vidrio laminar. La estructura sustentante de tejas y vidrio en lucernario, en formación de pares y correas se resuelve mediante estructura metálica.
Se han realizado trabajos de reparación y rehabilitación del vidrio mural de fachada posterior.
De igual manera se han realizado nuevas todas las piezas de lamas de vidrio de las cuatro fachadas del Mercado, favoreciendo así la luminosidad en el interior del Mercado.
El zócalo de planta baja en las fachadas, se ha colocado como sustitución de los elementos deteriorados una fábrica de ladrillo cara vista rojo liso prensado-aplantillado. Igualmente se han rehabilitado y reparado los paramentos verticales de piedra natural existentes.
Se ha generado una nueva organización formal y espacial de puestos mediante una construcción de nuevos puestos del mercado atendiendo a un correcto dimensionado de los mismos que los haga viables comercialmente.
De Tapas por el Mercado Atarazanas
El bar del mercado de Atarazanas se ha convertido en un lugar de peregrinación, sobre todo los viernes y los sábados a mediodía, cuando es misión imposible encontrar un hueco en su barra. Tapear rodeado del bullicio del mercado de Atarazanas tiene un encanto especial.
Es el lugar perfecto para, después del ajetreo característico de las mañana de mercado, tomar un par de tapas acompañadas con una cerveza o vino antes de ir a casa a cocinar las compras del día.
Esperamos que os haya sido útil el artículo «Mercado de Atarazanas. Edificios con historia de Málaga«. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Málaga y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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