Protege tu hogar de la corrosión y del salitre

Quienes viven cerca al mar o quienes pasan este verano en alguna casa de playa, deben saber que un enemigo está dispuesto a estropearle toda la vistosidad que tienen algunos de los objetos, cierres, materiales metálicos etc… La corrosión.  En este artículo vamos a aprender cómo hacerle frente y cuidar nuestro hogar.

Vivir frente al mar tiene muchos encantos, pero también sus problemillas, alguno casi  invisibles de enfrentar y que nos damos cuenta cuando ya se han producido. Todo lo que es metálico en la casa se va llenando de manchas color ocre.

Así pues, si vives en una ciudad costera o si te has mudado a disfrutar de las delicias del verano, a la playa, y si además, has acondicionado tu hogar con mobiliario hecho de metal, por ejemplo, sombrillas, sillas de playa, juegos de terraza, electrodomésticos, etc… presta atención porque aquí te diremos cómo protegerlos y hacer frente a la corrosión.

¿Qué es la corrosión?

Para que entendamos por qué ocurre que nuestros muebles de metal se terminan estropeando y adquiriendo ese horrible aspecto, hay que saber qué es la corrosión y cómo se produce.

La corrosión puede ser definida como el deterioro de un objeto de un material específico (en este caso, los metales), ocasionado por una reacción electroquímica producida por algún medio de su propio entorno. Esta reacción electroquímica es lo que solemos llamar oxidación y es la que ocasiona que dicho metal se debilite en su estructura y adquiera esa textura y color característicos, hasta terminar destruyéndose.

La oxidación de un metal es  como una mala enfermedad, y que no hay manera de revertirla, aunque sí de detenerla.

La corrosión se entiende por el pase de los electrones de un elemento a otro. La mayoría de metales poseen electrones. Cuando dichos electrones pasan hacia otro elemento, se produce un vacío, el cual se llena con oxígeno. Es aquí cuando comienza la oxidación de ese metal que ha perdido electrones.

Esta es una reacción electroquímica, esto quiere decir que, interviene la corriente eléctrica, que, aunque parezca que no tiene absolutamente nada que ver, pues sí lo tiene, pues los metales poseen electrones, y cuando estos se mueven se produce una reacción eléctrica.

Esa corrosión la sufren los muebles y todo objeto metálico situado en alguna zona costera. La aparición de manchas y picaduras pequeñas (al  comienzo), está provocado por el contacto con el polvo, la tierra y el agua, que trae más humedad y la almacena.

Si a esto le sumamos, que nuestro hogar esté cerca a la playa, resulta que la brisa marina nos trae partículas de cloruro de sodio que es un agente que produce la oxidación del metal, más los gases sulfurosos de la atmósfera… tenemos el cóctel perfecto para que se nos oxiden los objetos metálicos.

Vamos a combatirla

Debemos tomar algunas de las siguientes medidas si estamos viviendo frente a la playa o en zonas costeras para estar alerta y proteger nuestros muebles metálicos de la corrosión.

Algo muy importante, elegir el metal adecuado: por ejemplo el acero inoxidable o el aluminio, son metales que no se oxidan fácilmente.Tus sillas, mesas o tumbonas deben ser de estos metales.

Si ya han empezado a oxidarse, debemos eliminarlo cuanto antes con un producto antioxidante, también hay pinturas que tienen esta cualidad y además aportan un efecto decorativo. Los puedes conseguir en ferreterías o tiendas especializadas. Con un estropajo de metal o lana de acero, aplica el antioxidante en las zonas de tus muebles metálicos afectados por el óxido. Sigue las instrucciones de los fabricantes del químico y usa protección en manos y ojos.

Elimina esas zonas que tienen corrosión y luego pásales una capa protectora, que puede ser un abrillantador, o una capa de pintura anticorrosiva, sobre todo si tienes muebles u objetos de hierro o cobre.

Un truco para eliminar la oxidación cuando está en su fase inicial, es aplicar vinagre blanco con un trapo, dejar actuar una media hora y luego, enjuagar. Empléalo sobre todo en electrodomésticos. Dará un buen resultado. El bicarbonato es otro excelente antioxidante para metales, haz una pasta con agua y aplícalo en las zonas oxidadas.

Blinda tu casa del salitre

Evita que entre polvo en casa y esas partículas de sal que son tan corrosivas, no solo en los metales, si no, en madera, textiles…

Es recomendable que utilicemos en las ventanas mosquiteras, que además de los mosquitos tan molestos en esas noches de verano, filtran el aire que entra por las ventanas, reduciendo la entrada de polvo.

Si nuestra carpintería de las ventanas es de madera, utiliza lasures para su conservación y nutrición ante el salitre, la humedad y el polvo. El lasures es un recubrimiento de acción impregnante que deja un acabado “a poro abierto” y que no crea capa de modo que permite a la madera respirar para regular la humedad y facilitar su salida.

Os recomendamos que utilicéis en casa deshumidificadores, son muy prácticos y no solo previenen contra la oxidación, sino contra los hongos que atacan la ropa y en general en el ambiente. Al igual que a la hora de la limpieza en casa, en concreto del suelo, utilicemos aspirador, mejor que la escoba. Atrapa mejor esas diminutas partículas.

Es importante mantener tus muebles y electrodomésticos de metal, libres de grasas, polvo o agentes externos que puedan iniciar un proceso de oxidación, cuanto más limpios los tengamos, más protegidos estarán.

Pon en marcha todos estos consejos y verás como la oxidación y destrucción de tus muebles metálicos y tus días de playa y mar estarán libres de preocupaciones.

Esperamos que os haya sido útil el artículo «Tendencias decoración e interiorismo. Terrazas 2019». Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Málaga y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora

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