¿Quieres pasar una Navidad sin desmadres energéticos? Tenemos algunas ideas originales, económicas y caseras, para conseguir una decoración sostenible y un significativo ahorro en tus gastos a final de mes.
Papel de regalo, cestas de Navidad, tarjetas y postales…. lo sé, quieres pasar unas fiestas lo más sostenibles posible, pero temes echar por tierra las expectativas de tu familia. Y no me extraña, mantener la calma y no echarse a los brazos del consumismo es tarea difícil en estas fechas.
Para esta Navidad adornos reciclados
Este es un buen momento para vaciar tu casa, busca todo aquello que sea de cartón o papel y utilízalo para hacer motivos y postales navideñas. Tus mantas viejas son otro buen aliado, puedes usar el algodón para hacer adornos sostenibles y colocarlos en los bordes de tus puertas y ventanas. Además de evitar la tala de árboles, este material actuará como aislante manteniendo tu casa más calentita.
Elige 1 ó 2 colores y un estilo de decoración
Da lo mismo qué color elijas, lo importante es que mantengas la coherencia en toda tu decoración navideña. Puedes optar por los clásicos rojo y verde o utilizar el blanco. Este tono funciona muy bien con plata o dorado y transmite un ambiente relajado e invernal. También lo puedes combinar con maderas claras y tonos tierra si lo que buscas es una decoración más nórdica. Pero recuerda, no más de dos colores si quieres crear un ambiente súper cool.
Centra la atención en un punto
Es importante elegir un punto de tu espacio, normalmente tu salón, donde quieres poner todo tu esfuerzo decorativo. Lo más clásico es dedicar toda la atención al árbol de Navidad, pero si dispones de una chimenea en tu salón, anímate a darle todo el protagonismo. Junto con los tradicionales calcetines, podemos hacer una composición de velas de distintos tamaños, colocar flores de Pascua alrededor de la chimenea o incluso aprovechar un antiguo espejo para decorarlo con una corona. De este modo conseguimos un toque vintage y muy chic.
Ilumina con cabeza
No gastes tu dinero en luces navideñas. Desempolva tus velas antiguas y crea pequeños recipientes con papel de colores transparente. La luz se proyectará por la celulosa coloreando las paredes de tu casa y además ahorrarás en electricidad, como lo has hecho al sustituir tus antiguos halógenos por led. ¡No olvides guardarlas para el año que viene!
Tener tu salón como recién salido de una película americana hará que se dispare tu consumo llegando, incluso, a originar averías en tu sistema eléctrico. Si es tu caso, ¡tranquilo! No vas a tener que pasar la cena de Navidad a oscuras.
En los bazares no encontrarás decoración sostenible
Perderse entre esas estanterías llenas de productos ultra baratos es uno de esos pequeños placeres de la vida, pero también uno de los más perjudiciales. Las bolas de plástico navideñas que se compran en los “Todo a 100” son una pesadilla para nuestro planeta.
Disfruta de una tarde de un sábado para darte un paseo por el campo, puedes recoger hojas y piñas de pino y decorarlas para ponerlas en tu árbol de Navidad. Además de reducir tu gasto a final de mes, harán de tu hogar un lugar más entrañable.
Ensúciate las manos
Si estás bloqueado o ninguna de las opciones anteriores te acaba de conquistar, prueba a pedir ayuda a los peques de la casa. Las manualidades son una solución rápida y fácil para tu decoración de Navidad. Sustituye el clásico Belén por uno de plastilina ecológica, solo el proceso de creación será una buena actividad que compartir en familia.
Una mesa muy natural
La naturaleza proporciona numerosas opciones, entre ellas las piñas secas, ramas, bellotas u hojas. Aprovecha tus paseos por el campo para recolectarlas y aprovéchalas para decorar una bandeja o bol con la que presidir la mesa o, incluso, píntalas con pintura ecológica de color oro o plata para hacer una guirnalda. Nuestro consejo: colocar piñas secas junto a unas velas. El efecto será muy elegante y vintage.
Adornos navideños sí, pero sin destruir el medio ambiente
La utilización de musgo para el belén o de un acebo como árbol navideño está prohibida por ley, tras los excesos sufridos en las últimas décadas.
La elección de un abeto natural o artificial tiene, en ambos casos, ventajas e inconvenientes ambientales. Por ello, el consejo es hacer un uso responsable. Si se elige uno natural, que sea con suficientes raíces y cepellón. Se debe regar y alejarlo de la calefacción para que dure lo suficiente, hasta que se pueda llevar a un punto de recogida donde lo trasplanten. Y si se utiliza uno artificial, que sea de buena calidad para que pueda conservarse durante muchos años.
En realidad, la imaginación es la clave de una decoración sostenible e innovadora. Si tienes tus propias ideas, no dudes en sacar la caja de herramientas y crear adornos navideños caseros sin miedo a romper la estantería nueva.
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