Félix Sáenz fue un riojano que pasó a la historia empresarial de Málaga por ser pionero en la instalación de unos grandes almacenes en la ciudad, que igualmente han pasado a la historia por ser los primeros en tener escaleras mecánicas y tarjetas de crédito.
Su creador sigue vinculado a la historia de Málaga, cuyo legado se recuerda en muchos detalles pero sobre todo en la céntrica plaza que durante más de un siglo fue la referencia indiscutible de los almacenes que alumbró don Félix.
Riojano de nacimiento, sus primeros pasos comerciales los dio con tan solo catorce años de edad en Úbeda. En 1877 se trasladó a Málaga.
Hombre de genio comercial, profundo conocimiento del ramo y excelente habilidad para el trato mercantil, hizo que el gran edificio levantado en la plaza de la Alhóndiga, comenzado a construir en 1886, pudiera finalizarse en 1914, quedando el almacén, los Grandes Almacenes de Tejidos y Novedades, definitivamente ubicado en dicha mole. Desde allí se proyectó una enorme actividad con ramificaciones en casi todas las regiones de España.
Su técnica era comprar mucho en Barcelona, producciones totales, y hacerlas llegar a Málaga para venderlas al pequeño o mediano comerciante de la provincia y del resto de Andalucía. Esas grandes compras le hicieron notable en toda España. Los volúmenes de sus adquisiciones provocaban que la Bolsa de Barcelona registrara frecuentes oscilaciones en función del movimiento de compras de Félix Sáenz desde Málaga. La definición comercial suya de “comprar más para vender más y vender más barato” fue la base para que su tienda alcanzara enorme popularidad entre las clases sociales más modestas de Málaga. Esa actitud decidida y valiente, fruto de su juventud, su simpatía y una personalidad de buen talante, junto a los precios, es lo que encumbró a su sociedad mercantil y consolidó el prestigio de su firma.
También llegó al ayuntamiento, del que fue teniente de alcalde delegado de fiestas, dando impulso a la feria malagueña.
Primer centro comercial de Málaga
Esta gran superficie comenzaba a gestarse en 1884, cuando se demolía el edificio que ocupaba la entonces llamada calle Alhóndiga, ocupado por el antiguo Mercado de Abastos. Esta zona sufrió una gran transformación por aquel entonces, y en 1912 se concedió licencia a Félix Sáenz Calvo para construir sus almacenes (tendría otros dos centros, uno en Rincón de la Victoria y otro en Marbella). Se trataba del primer edificio claramente modernista de la ciudad, con una mezcla de elementos neobarrocos, diseñado en una primera fase por el arquitecto Jerónimo Cuervo -autor del Teatro Cervantes y de las Casas de Campos de la plaza de la Merced- en el año 1888. Trabajo que continuaría Guerrero Strachan y Rivera Vera, entre los años 1911 y 1914. El tiempo fue pasando, su popularidad fue haciéndose mayor especialmente tras la Guerra Civil. El país se fue recomponiendo, Málaga iba creciendo y los malagueños acudían a las tiendas de don Félix Sáenz para hacer sus compras. Tal fue su repercusión que a mediados del siglo pasado la zona que ocupaba pasó a llamarse la Plaza de Félix Sáenz, una de las principales arterias comerciales que insuflan vida a la ciudad.
La mirada arquitectónica
El Edificio que constituye media manzana, con fachadas laterales a la calle Sagasta y la calle Sebastián Souvirón, consta de bajo más tres plantas de balcones y una de ático. Tanto la planta baja como la primera cuenta con vanos adintelados y antepechados, bien con balaustrada o de hierro fundido.
Las dos plantas superiores alternan balcones de rejería fundida en fachadas laterales y con balaustrada en la principal. Cuatro de sus ejes de huecos constituyen cierros de obra volados sobre peanas bulbosas y cóncavas con decoración de vegetales y estrías. Los de las esquinas, que son achaflanadas, adoptan un perfil curvo. Tanto unos como otros agujerean sus pretiles para disponer de rejería de motivos curvilíneos. Se decoran con yeserías de carácter modernista.
Todos los vanos son guarnecidos con bellas decoraciones sobre impostas y cornisas, de carácter vegetal y curvilíneo casi todas. La última planta presenta balcón corrido con bella reja en la fachada principal y en los laterales sencillas y curvas. Una cornisa escalonada sobre ménsulas y con decoración pendiente de medallones y yeserías de motivos florales, ejerce la separación de ático, con pequeñas ventanas adinteladas y óculos ovales tripartitos acristalados, que se enmarcan entre pilastras acanaladas simples, sosteniendo cornisas rectas unas y curvadas otras,
En todas las fachadas, que son de carácter heterogéneo y variado, tanto en su disposición como en composición, abundan los motivos decorativos pertenecientes al repertorio del modernismo curvilíneo en el que se integra el edificio.
Un edificio que ha sufrido varias rehabilitaciones, que incluso en el subsuelo han sido encontrada una necrópolis de la época califal enterrados orientados a la Meca. Situado en la alhóndiga malagueña donde se compraba y almacenaba el grano, en la actualidad ha pasado a ser un edificio de viviendas y locales comerciales, una pérdida para la ciudad que niega recorrer otro edificio emblemático a los malagueños.
Esperamos que os haya sido útil el artículo «Los primeros almacenes de Málaga, los almacenes de Félix Sáenz. Edificios con historia de Málaga«. Recuerda inscribirte en nuestra newsletter para estar informado de todas las novedades de Obra Nueva en Málaga y noticias relacionadas con el mundo inmobiliario. Quiero inscribirme ahora
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