Si eres una persona a la que le gusta seguir las tendencias, es probable que estés un poco estresada en estos tiempos. La ropa que se lleva hoy está pasada de moda al mes siguiente. Lo mismo sucede si vas al gimnasio y acudes a clases de grupo con nombre en inglés. Si nos fijamos en las publicaciones sobre decoración y luego le echamos un vistazo a nuestra propia casa, es probable que pensemos que necesite una actualización.
La manera tan rápida de consumir que tenemos hoy en día nos hace querer adaptarnos a todas las modas, incluyendo las que tienen que ver con la decoración de nuestro hogar, pero cambiar el corte del pantalón que utilizamos o la clase a la que nos inscribimos en el gimnasio tiene poco que ver con cambiar los muebles y el estilo de nuestra casa. Las temporadas de consumo cada vez se acortan más y esta presión se traslada a nuestra vivienda, pero – y esto es evidente – no podemos cambiar cada año el aparador o la mesa de centro de nuestro salón.
Estar tan pegado a las modas nos hace rehuir de ellas con el paso del tiempo cuando miramos atrás. Para evitar esto, propongo crear espacios atemporales, llenos de personalidad y dejar espacio para las tendencias de manera puntual, no dejándolas imperar.
Claves para crear un salón atemporal
Es fundamental tener una base en tonos neutros, es decir, paredes pintadas en tonos claros que pueden ir del blanco al gris claro, pasando por algunos tonos tostados como el garbanzo, pero sin mayores estridencias. Estos colores no van a provocar que te canses de ellos porque pasarán desapercibidos. Las paredes también pueden admitir algunos papeles textiles en estos mismos tonos que dan muy buen resultado estético. Hay que huir de ciertos patrones o motivos porque visualmente cansan bastante.
Si observas tu salón, centrarás la atención rápidamente en la zona de descanso, en la que el rey debe ser el sofá. Elegir uno, también con tonos neutros y textiles naturales, es una de las claves para tener un espacio atemporal. Toma en cuenta que lo puedes complementar con cojines y mantas en las que puedes aplicar los tonos de tendencia si te apetece.
Por otro lado, el uso de la madera para los muebles es otra de las claves para que no pasen de moda. Aquí es importante tomar en cuenta que las piezas deben ser lo más atemporales posible, sin seguir mucho la tendencia actual que podemos encontrar de manera más masiva en el mercado. Piensa en el mueble de la televisión, en la mesa de centro, o en el aparador si vas a optar por poner uno. Estos son algunos de los elementos que a la larga más cuesta cambiar, especialmente por razones económicas, de ahí que sea fundamental hacer una buena elección. El color de estos muebles debe ser claro.
Colocar alguna pieza clásica también es muy buena idea porque siempre encajan bien con prácticamente cualquier estilo. Si el tono de la madera no va con el resto del salón, siempre puedes pintarlo en un tono claro.
Las cortinas también deben formar parte lógica del conjunto, aportando su función, pero sin estar sobrecargadas o con algún tono estridente. Al igual que con el sofá, lo ideal es que sean de un tejido natural y más bien ligeras.
Hasta aquí, con una combinación armoniosa de los elementos, tienes la base perfecta para tener un salón atemporal y muy elegante.
Adaptarnos a la tendencia
Si te apetece seguir alguna tendencia concreta puedes aprovechar los complementos, accesorios y, como he mencionado más arriba, algunos textiles del sofá. Teniendo una buena base neutra se pueden combinar distintos colores y estilos que te apetezcan en función de lo que se lleve en el momento concreto. Piensa siempre en los elementos que no tengan gran peso en el conjunto. Si en alguna red social has visto que el terracota o el verde oliva, colores de tendencia en este 2021, encajan muy bien en tu salón, puedes vestir tu sofá con estos colores, poniendo cojines o mantas en estos tonos. También puedes colocar algún cuadro con algún motivo que te resulte interesante en este momento.
Toma en cuenta que los elementos que utilices para iluminar también te pueden dar cierta flexibilidad de cara a las adaptaciones deseadas. Piensa, por ejemplo, en la pantalla de una lámpara, fácilmente cambiable y actualizable. Le puede dar un aire nuevo al salón con muy poco esfuerzo.
Se trata de – en definitiva y en contra de lo “aburrido” que pudiera parecer – tener una buena base para darle vida a tu salón y de no cansarte al verlo. Se pueden aplicar cambios puntuales sin mucho coste – y sin mucho trastorno – para poder actualizar la decoración del salón, adaptándolo a tu personalidad, a cómo te sientas o a las tendencias que más te atraigan en cada momento. Quizás no se logre un salón de revista, basta con tener uno en el que te sientas bien.
Autor:
Gema Armenta
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